VIERNES [noche]
Se cancelan las "Noches Mutantes". Problemas técnicos con el local. Mutar: cambiar, evolucionar, alterar tu estado. Justo la fiesta que necesitaba.
SÁBADO [mañana]
-Concéntrate en tu tercer ojo- me dice el profesor mientras golpea con su índice el punto medio entre mis cejas.
Pienso en Woody Allen, en mis pastillas para dormir, en el Ojo de Thundera, en Homero Simpson encerrado en una cabina de relajación. Me cuesta llevar el ritmo de la clase; no sé nada de chakras ni de asanas. Todos los demás parecen jodidamente concentrados. Lo intento nuevamente: aparece el jueves, Sonia, El Dragón... Felizmente una campanita me indica que es momento de abrir los ojos.
SÁBADO [noche]
Recorro los jardines de la Casa Túpac sin rumbo. No sé por qué he venido. No tengo dinero y casi no me detengo en los puestos de ropa, que son la mayoría. Unos chicos simulan con la boca el sonido de una caja de ritmos y me detengo a verlos. Me doy cuenta de que estoy parado en el medio del ingreso a la feria. Pienso: si Sonia apareciera, no tendría oportunidad de evitarla. Y hullo.
Avanzo hasta un puesto de prendedores. Los hay de todas las formas: bocas, conejos, bananas, gatos, caracoles. Busco, sin suerte, alguna imagen triste.
DOMINGO [tarde]
Despierto al mediodía. Me siento cansado, me he acostado casi a las seis de la mañana. Igual me ducho y parto a la casa de mis papás. El menú dominguero en casa es el mismo del día anterior: lentejas y croquetas de atún. El arroz también es recalentado. Almuerzo sin ganas y luego me hundo en el sillón de la sala a leer El Comercio, en silencio.
Antes de emprender mi regreso el perro rompe una maceta. Mi sobrino de tres años corre tras él, molesto, y le suelta un "cradajo". Todos reimos. Luego se me acerca y me dice bajito: -¿Ya te sientes mejo', tío? ¿ya no 'tas tiste?-. Y me abraza. No sé qué decirle. Yo también lo abrazo fuerte y me entran ganas de llorar.
2 comentarios:
Bueno, era la señal, ¿no? Foratta con esa mujer, no llegues a dejarte hacer tonterías por ella.
¿Cuán ubicado te sientes?
Como un gato en una perrera, Raulín.
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