3 de agosto de 2008

El estribillo dominical

La frase favorita de mi viejo en los almuerzos dominicales es: "hijo, ¿cómo va lo del postgrado?"

Lo triste es que un postgrado no es ni un objetivo lejano por el momento. Creo que no podría sobrevivir ni a un curso de seis meses.

La verdad es la siguiente: me aterra hacer planes para mí solo, temo conocer a alguien y no tener dónde hacerle un espacio.

No hay comentarios.: