Conocí a "R" en una discoteca hace unos seis años. Estudiaba diseño con mi amiga Ceci, que me la presentó esa noche. Hicimos "click" en el acto: a la media hora mi amiga nos sorprendía besándonos detrás de la escalera que conducía a la pista de baile. Ceci, lindísima, me hizo tal escena de celos que sirvió de excusa perfecta para sacar a "R" de la disco. Sin embargo, una vez afuera el viento y cuatro subversivos tequilas desbarataron todos mis planes: debí conformarme con sujetar el cabello de "R" mientras ella devolvía parte de su almuerzo sobre un arbusto.
Nos vimos unas cuantas veces más sin mejores resultados. Siempre pasaba algo que arruinaba el momento, como aquella vez que su mamá entró a su casa mientras nosotros nos desvestíamos en el mueble de la sala. Por qué nunca recurrimos a un hostal? no lo recuerdo; supongo que ninguno podía pagarlo. Pero sí que la pasamos súper bien ese par de meses en que fuimos casi amantes.
Ahora "R" está casada y tiene dos hijos pequeños, de uno y tres años. Anoche, después de mucho tiempo, me la encontré en el chat y hemos estado recordando buena parte de esto. Reconstruimos con lujo de detalles cada uno de los frustrados encuentros que tuvimos y, también, nos confesamos esos pequeños detalles que nos excitaban tanto del otro en el pasado.
De pronto, en el clímax de la conversación, "R" me pide que le dé la dirección de mi casa para ir a buscarme. Pero mi respuesta ya no encontró destinatario: se había desconectado.
A la media hora recibí un mensaje de texto: "¡Gracias! Acabo de tirarme a mi esposito".
De los regalos su etiqueta
Hace 4 años.
3 comentarios:
La culpa es de la machetera de Ceci.
La culpa es mía, por paparulo. Por no darle curso a su debido tiempo.
Empiezo a pensar, mi estimado Raulín Raulón, que eres la única persona en este mundo que revisa este blog. Y se agradece.
Revisando otra vez tu blog desde el principio, siempre era un gusto leer tus post; hace mucho ya no escribes o tienes otro blog?. Saludos
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