22 de enero de 2009

Los debutantes

-Estoy mal -dijo Rebeca por teléfono.
-¿Dónde estás? -pregunté.
-En Chaclacayo.

Rebeca sufría de una rara enfermedad que le producía severas e imprevisibles crisis. A sus diecisiete años había tenido más de una decena de ingresos por emergencia. Si decía estar mal, era mejor ir a buscarla.

Llegué a Chaclacayo a las cinco de la tarde, antes de que oscurezca. Me tomó una hora y media el viaje desde mi casa en micro. Rebeca y sus amigas de la universidad habían ido a pasar el día en un club al que yo solía ir con mi familia, así que no tuve problemas en encontrarla. Estaba en el sector de la piscina recostada en una silla plegable. La amiga que la acompañaba, que aparentaba ser algo mayor que nosotros, sonrió al notar que llevaba puesto el buzo de mi colegio.

-¿Cómo te sientes? -pregunté preocupado.
-Mejor pero necesito descansar.
-Espérenme aquí -dijo la amiga-. Voy a conseguir una habitación.

A los diez minutos regresó con la llave del bungalow 104. Rebeca se incorporó con dificultad y caminó despacio hasta la habitación cogida de mi brazo. Adentro, se dejó caer sobre la cama, convaleciente.

-Rebeca, tengo que irme -dijo de repente la amiga-. Es tarde.
-No te preocupes, yo dejo la llave en recepción -respondió Rebeca con una mirada cómplice.

Recién en ese momento comprendí la situación. Cuando quedamos a solas me acosté a su lado y, nervioso, comencé a desnudarla por primera vez.

20 comentarios:

Dara dijo...

Jugar a las mentiras.


Un miau

Un chico de Lima dijo...

uyyyyyyyyyyyyy...


provecho!

La Gata Schrödinger dijo...

Ah, caray! Recién?

Cristina G. dijo...

qué weeeena!
qué mentirosilla resultó Rebeca! pero tú.. saliste ganandoo.. jejej

:P

beso!

Anónimo dijo...

En El Bosque se gana sí o sí.

Pero que avezado para que a esa edad, atravesaras tan osadamente las montañas por tu querida Rebeca. Espero que esta Rebeca no lo haya olvidado...

Renzo dijo...

Que lanza la flaca...

Y en el bungalow de un club mejor aún...

El Chico Nube dijo...

No pues, Gata, tenía quince añitos. Y era un adolescente bastante despistado.

Cinthya Castillo dijo...

Las mentirillas blancas a veces son efectivas y muuuy reconfortantes o no? xD

Unknown dijo...

Caramba!!

y que pasó!'!?


bsos de esposa primeriza

Miguel Rodríguez dijo...

Tenías condorito?

Dolores dijo...

USUUUUUUUUUUUUUUUU.........!!!!!

Oee queee pastel es Rebeca!

Genial tu post.

Besoooo.

Lola P.

Anónimo dijo...

Wow. Guau.

Sabés? Todos tus textos tienen un ritmo propio, van construyéndose casi por sí solos, con una sutileza maravillosa.

Y tus historias pertenecen también a aquellos que te leemos, porque hablás de un día a día con el que podemos identificarnos, sentirlo cerquita.

Te leo siempre, aunque pocas veces comente, y siempre me queda ese gusto dulce con tus letras. :P

Un abrazo azul!

La Lavalle dijo...

ala!
eso fue una
violación...

CeCiCa dijo...

osea el viaje tuvo su recompensa!

pero ... en verdad no estaba enferma??

ando... dijo...

Como siempre, un post genial.

Que chiquilla para más calculadora.
"los hombres somos animales y las mujeres, maquiavélicas"

Claudy dijo...

Una mentira sabrosa!!!!historia única..!!recuerdo inolvidable...!! rebeca..

Juanito el caminante dijo...

Nubeman... le decían la cansada...

Por cierto continúa... terminó más cansada o relajada???

Sigue caminando... y posteando...

El Chico Nube dijo...

Pues pasó lo que tenía que pasar. No duró gran cosa pero al menos lo hicimos varias veces. Fue como descubrir una nueva vocación.

Rebeca, por supuesto, no estaba enferma. Había mentido como tantas otras veces. Aunque esta vez, valió la pena.

Muchas gracias, Nova. Un abrazo,

Unknown dijo...

me gusta como cuentas las cosas

LoCa MaNía dijo...

Cómo que rebeca te tenía ambrosoli jaja...

Bien Xico! excelente!

A eso le llamo yo una mentira con sabor a verdad jaja...

Ella SI estaba enferma, por ti :)

Lindo!, calificando este post del 1 al 10, tiene 11...me has alegrado la tarde :)