-Estoy mal -dijo Rebeca por teléfono.
-¿Dónde estás? -pregunté.
-En Chaclacayo.
Rebeca sufría de una rara enfermedad que le producía severas e imprevisibles crisis. A sus diecisiete años había tenido más de una decena de ingresos por emergencia. Si decía estar mal, era mejor ir a buscarla.
Llegué a Chaclacayo a las cinco de la tarde, antes de que oscurezca. Me tomó una hora y media el viaje desde mi casa en micro. Rebeca y sus amigas de la universidad habían ido a pasar el día en un club al que yo solía ir con mi familia, así que no tuve problemas en encontrarla. Estaba en el sector de la piscina recostada en una silla plegable. La amiga que la acompañaba, que aparentaba ser algo mayor que nosotros, sonrió al notar que llevaba puesto el buzo de mi colegio.
-¿Cómo te sientes? -pregunté preocupado.
-Mejor pero necesito descansar.
-Espérenme aquí -dijo la amiga-. Voy a conseguir una habitación.
A los diez minutos regresó con la llave del bungalow 104. Rebeca se incorporó con dificultad y caminó despacio hasta la habitación cogida de mi brazo. Adentro, se dejó caer sobre la cama, convaleciente.
-Rebeca, tengo que irme -dijo de repente la amiga-. Es tarde.
-No te preocupes, yo dejo la llave en recepción -respondió Rebeca con una mirada cómplice.
Recién en ese momento comprendí la situación. Cuando quedamos a solas me acosté a su lado y, nervioso, comencé a desnudarla por primera vez.
De los regalos su etiqueta
Hace 4 años.
20 comentarios:
Jugar a las mentiras.
Un miau
uyyyyyyyyyyyyy...
provecho!
Ah, caray! Recién?
qué weeeena!
qué mentirosilla resultó Rebeca! pero tú.. saliste ganandoo.. jejej
:P
beso!
En El Bosque se gana sí o sí.
Pero que avezado para que a esa edad, atravesaras tan osadamente las montañas por tu querida Rebeca. Espero que esta Rebeca no lo haya olvidado...
Que lanza la flaca...
Y en el bungalow de un club mejor aún...
No pues, Gata, tenía quince añitos. Y era un adolescente bastante despistado.
Las mentirillas blancas a veces son efectivas y muuuy reconfortantes o no? xD
Caramba!!
y que pasó!'!?
bsos de esposa primeriza
Tenías condorito?
USUUUUUUUUUUUUUUUU.........!!!!!
Oee queee pastel es Rebeca!
Genial tu post.
Besoooo.
Lola P.
Wow. Guau.
Sabés? Todos tus textos tienen un ritmo propio, van construyéndose casi por sí solos, con una sutileza maravillosa.
Y tus historias pertenecen también a aquellos que te leemos, porque hablás de un día a día con el que podemos identificarnos, sentirlo cerquita.
Te leo siempre, aunque pocas veces comente, y siempre me queda ese gusto dulce con tus letras. :P
Un abrazo azul!
ala!
eso fue una
violación...
osea el viaje tuvo su recompensa!
pero ... en verdad no estaba enferma??
Como siempre, un post genial.
Que chiquilla para más calculadora.
"los hombres somos animales y las mujeres, maquiavélicas"
Una mentira sabrosa!!!!historia única..!!recuerdo inolvidable...!! rebeca..
Nubeman... le decían la cansada...
Por cierto continúa... terminó más cansada o relajada???
Sigue caminando... y posteando...
Pues pasó lo que tenía que pasar. No duró gran cosa pero al menos lo hicimos varias veces. Fue como descubrir una nueva vocación.
Rebeca, por supuesto, no estaba enferma. Había mentido como tantas otras veces. Aunque esta vez, valió la pena.
Muchas gracias, Nova. Un abrazo,
me gusta como cuentas las cosas
Cómo que rebeca te tenía ambrosoli jaja...
Bien Xico! excelente!
A eso le llamo yo una mentira con sabor a verdad jaja...
Ella SI estaba enferma, por ti :)
Lindo!, calificando este post del 1 al 10, tiene 11...me has alegrado la tarde :)
Publicar un comentario